ATRÉVETE A MIRAR
Convivencia de Grupos Marcha (4º ESO y 1º Bachillerato)
En los días 2 y 3 de febrero, hemos acudido a una convivencia ofrecida por nuestro centro a la casa María Madre. En la que realizamos diferentes actividades como momentos espirituales de reflexión individual y otros momentos de diversión y juegos.
Entre las actividades que realizamos pudimos conocer y desmentir ciertos bulos de la vida de Jesús y su religión. También pudimos asumir que en la vida nos hemos encontrado con ciertas personas y circunstancias las cuáles nos han podido influenciar para bien o para mal, y hemos aprendido de ello.
Durante las oraciones, vimos reflejado a Dios, y conseguimos llegar a un punto de relajación, tranquilidad y plenitud la cuál no podríamos tener en otro lugar, ya que aquello era un hábitat de personas que querían hacer las cosas bien y nos lo tomábamos en serio.
Además, éramos un pequeño grupo y eso hacía que nadie tuviera vergüenza de compartir su opinión o de participar en ciertas actividades ya que aquello era un sitio de “tierra sagrada“ en el que prometimos que nada de lo que se dijera allí, iba a salir de ahí.
En las comidas en vez de juntarnos con nuestros amigos, intentábamos mezclarnos para que consiguiéramos conectar y conocer a los demás integrantes.
Y como no, no vamos a olvidar los momentos de diversión, como por ejemplo, después de comer dejaron tiempo libre y algunos alumnos estuvimos dedicándonos a realizar un juego de precisión en el que teníamos que disparar una bolita de papel con una goma elástica e intentar tirar una montaña de vasos de plástico y conseguir el mayor número de puntuación.
En la noche, hicimos una ghymkana en la que estábamos distribuidos por pequeños grupos y hicimos una secuencia de juegos en los que antes de participar teníamos que apostar un número de puntos, si ganábamos la actividad se nos añadían el número de puntos apostados, y cuando perdíamos la actividad, nos quitaban ese número de puntos. Entre ellos hubo uno en el que tuvimos que rodear con cinta aislante a un voluntario por grupo y luego el que antes lo desatara ganaba. En este juego, la persona voluntaria tenía que practicar la confianza en el prójimo.
En conclusión, fue una experiencia en la que pudimos conseguir una desconexión total de todas nuestras preocupaciones del día a día y sin duda repetiríamos. También es un orgullo pertenecer a esta comunidad marista y sentirnos acogidos por ella. Y nos enorgullece poder decir que pertenecemos a Grupos Marcha y a Maristas.
Gorka, Natalia, Clara, Daniela y Alba
Participantes de 4º de ESO